martes, 11 de agosto de 2009

sueños

Antes no hacía falta pensar en ellos. Aparecían de la nada, se desarrollaban con libertad, y parecían claros. Ahora unos interrumpen a otros, son complicados, y tienes que darles vueltas y vueltas...
De pequeño, soñaba con ser científico loco. Creo que entonces era más listo que ahora, porque había deducido algo que hoy me sorprende. Todos los científicos que conocía (principalmente de los dibujos) estaban locos, todos los que conseguían algo importante tenían un par de tornillos de menos...
Siempre quise cambiar el mundo, hacer de él algo mejor. Lo último que soñé, pensé, planeé... fue que quería ser escritor. Y detrás de esta idea voy. ¿Debería ser un escritor loco?
Hace un tiempo que me cuesta más pensar. No consigo expresar, aunque sea en mi propia mente, mis ideas con palabras. Hubo un tiempo en el que yo hacía esto muy a menudo. Ahora, en cambio, puedo, como mucho, intentarlo.
Hubo un tiempo en que me planteé escribir una novela; y lo intenté. Lo intenté varias veces. Pero perdido el impulso inicial de una nueva idea, ya no sabía seguir. En cambio ahora, ni siquiera consigo empezar, estoy retrocediendo. El único rastro de escritor que puedo encontrar en mi aparece cuando hablo a otra persona. Al estar comunicandome con alguien, especialmente si esa persona es más inteligente, madura o se expresa mejor que yo, creo que desarrollo esa faceta.

Por cierto, para cualquiera que visite mi blog, estoy abierto a retos. Imaginad.

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