viernes, 4 de diciembre de 2009

Maldita sea

Maldita sea.

Creí que estabas estropeado,

girando siempre sin parar.

No parabas ni un momento

y a veces acelerabas

y otras casi te detenías.

.

Me engañaste, creí

que estabas roto

o defectuoso

y sólo estabas

dándome

el miedo correspondiente

al valor que alguna vez

creí tener.

No hay comentarios: