miércoles, 2 de diciembre de 2009

te encuentro,
por fin.
y te digo
que te he buscado,
que te he esperado,
que te he llamado
sin saber tu número
y sin saber tu nombre.
pedí el deseo de encontrate
hace mucho
por primera vez,
para decirte
que has creado un nuevo azul,
un nuevo rojo y un nuevo dulce,
un nuevo delicado y un nuevo cinco;
una nueva luz
y un nuevo calor.
he vivido queriendo decirte
que me encantan tus ojos,
que me encantan tus labios,
que me encantan tus dedos;
tu sonrisa
y tu presencia.
de tus hombros,
de tu cintura,
de tu cuello
y de tus piernas
mana ambrosía.
nos alimentas a todos
el corazón,
huesudo y frío,
hasta conocerte.

pero para que decirte todo esto
si cuando te vi
yo ya te conocía,
y tu a mi,
y me sentí lleno,
y tu ya no
te sentiste sola,
y si no podía pensar
ni tu oír.
si algo en mi
me dijo calla,
y callé,
no fue por obediencia,
al contrario,
fue osadía y descontrol
de todo mi ser
que a por ti se lanzó
y dejó atrás
las palabras.

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