jueves, 19 de noviembre de 2009

-Princesa, ¿cuánto vale un beso tuyo?
-Yo no doy besos por dinero.
-No he hablado de dinero.
-Pero... ¿cuánto vale uno tuyo?
-Una sonrisa.
-¿!Eh!? ¿Le darías un beso a cualquiera que te sonriera?
-¡No! Una sonrisa, Princesa, una sola, no cualquiera.
-Ah...
-Entonces... ¿cuánto?
-Mmm, déjame pensar... ya está: un paraguas bajo la lluvia, una caricia a tiempo, un puño temblando de rabia en mi defensa, una lágrima por mi, un baile sonrojado, una espera sonriente en enero, un café tomado despacio... y una rosa.
-(Para si) maldita rosa.